Las colecciones de McQueen siempre se han caracterizado por ser vistosas pero sobre todo avant-garde. Alexander era un hombre muy avanzado para su tiempo, siempre encontraba nuevas maneras de innovar y sorprender, luego de su partida física la casa quedo a cargo de Sarah Burton. La Sra. Burton nunca ha sido de mi agrado sin embargo la carga que se le coloco a cuestas no fue fácil, remplazar a alguien ya es un trabajo difícil mas aun cuando ese alguien es Alexander McQueen, y aunque la primera colección de la autoría de Sarah para la firma McQueen me pareció terrible con esta colección Sarah calmo un poco mi odio hacia a ella y me desmostro no solo a mi sino al mundo entero porque paso de ser una simple asistente a jefa de womenswear de la marca y mas tarde convertirse en directora creativa, y porque Alexander confiaba tanto en ella a la hora de escoger los diseños que conformarían sus colecciones.
Esta colección es como un tomo de "fashion for dummies", si no sabes que es el renacimiento o nunca en tu vida viste The Tudors o alguna película sobre la vida de Isabel I de Inglaterra, acá tendrás la mejor descripción gráfica que jamas podras encontrar al respecto.
Estas piezas parecen sacadas del vestuario de Cate Blanchett en Elizabeth: The Golden Age, son P-E-R-F-E-C-T-O-S.
Faldas con festones, mangas aglobadas, escotes cuadrados y plumas de avestruz que denotan opulencia y a la vez sensualidad.
Estos outfits me recordaron un poco a alguna pasarela de Chanel por la interacción del blanco, negro y perlas. Pliegues de acordeón, cinturas reducidas y bustos aplanados por una reinterpretación de la basquiña, pero siempre manteniendo el énfasis en la caderas haciéndolas ver mas amplias y voluminosas, un elemento distintivo del renacimiento.
Pero si hay algo verdaderamente distintivo del renacimiento son las gorgueras, que se presentaron desde la mas pequeña y delicada, pasando por la voluminosa pero aun recatada hasta la ornamentada. Los tocados en forma de malla fueron como la cereza sobre el pastel, el ultimo engranaje que completaba una cadena de elementos perfectamente ejecutados.
Con una colección como esta no hacen falta los accesorios sin embargo hubo guantes que solo cubrían los dedos -con el distintvo sello McQueen- unidos a una hilera de anillos con perlas. El calzado eran botas de piel, con tacón cuadrado, con una placa de metal y perlas, igual de ornamentados que los vestidos y sandalias con plumas de avestruz. Mi accesorio favorito son las medias de malla con perlas, super sexy.
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